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YUNGA CRUZ TREKKING YUNGAS BOLIVIA

YUNGA CRUZ TREKKING YUNGAS BOLIVIA

EL CAMINO PRE INKA DE YUNGA CRUZ
Freddy Céspedes E.

A cuatro horas de la ciudad de La Paz, el contraste paisajístico del Illimani 6480 Mts. permite observar desde el pueblito de Chuñawi esta nívea montaña completamente diferente a la simétrica forma que estamos acostumbrados.

El recorrido por el flanco izquierdo de la población, muestra un ascenso tibio encontrando una variedad de bromileas y vegetación característica de las valles interandinos. La presencia del Illimani es el mudo testigo de esta singular caminata caracterizado por nubes que envuelven al caminante y que al instante desaparecen.

Aquí el camino precolombino está intacto, debido a que están pegadas a las inmensas rocas formando escalinatas angostas pero bastante firmes.

Las puntas de los contrafuertes cordilleranos, forman sombras de grandes construcciones que llevan al visitante a hacer volar su imaginación a lugares con castillos de diferente forma y tamaño.

Nuevamente, los primeros rayos de sol alumbran al Illimani, etimológicamente ésta montaña significa por donde nace el sol, por tal motivo es un verdadero espectáculo observarlo desde la parte inferior con tonalidades que van desde el anaranjado rojizo hasta el azulado, cuando el cielo está encapotado.

El ascenso está matizado por un camino perfecto, el ancho es de dos metros y en las partes más angostas de sólo uno. El cruce de los pasos o Abras es interesante debido al panorama y las profundidades yungueñas que se divisan al fondo. El sabor del peligro se hace presente por un momento.

El cruce de la Cordillera del Yunga Cruz, es el fin de los ascensos y descender a los “Yunca Marca” o tierras calientes.

La presencia de mosquitos que revoltean sobre las botas húmedas, son la característica de un bosque montano húmedo con gran cantidad de árboles gigantescos. Existen muchas orquídeas en el trayecto, los cóndores revoltean muchas veces más por curiosidad que por alimentarse, allí viven los Jucumaris u osos andinos que huyen de los forasteros.

Los asentamientos humanos en esta zona, fueron escasos lo que permitió conservar la flora primaria. Estos bosques del Yunga Cruz son realmente importantes para los amantes de la naturaleza.

Cruzando el cerro Astillero, existen variedades de plantas, pájaros multicoles y mariposas blanquiazules que nos guían por los caminos empedrados.

El descenso hasta Siquilini, antigua casa de Hacienda, permitirá un descanso necesario después cuatro jornadas largas de caminata hasta llegar a Chulumani en Sud Yungas.


Tour: Yunga Cruz Trek
4 días 3 noches

Trekking-Tour Cultural y Aventura 4x4

Salida : La Paz
Termina: Chulumani
Tipo de transporte :: 4wd hacia el inicio de la caminata ( Chuñawi)
Tipo de alojamiento: Camping
Tamaño del grupo Min. 2 personas


Programa

Día 1 La Paz – Chuwawi- Khala ciudad
A cuatro horas de la ciudad de La Paz, el contraste paisajístico del Illimani 6480 Mts. permite observar desde el pueblito de Chuñawi esta nívea montaña completamente diferente a la simétrica forma que estamos acostumbrados.
El recorrido por el flanco izquierdo de la población, muestra un ascenso tibio encontrando una variedad de bromiliaceas y vegetación característica de las valles interandinos. La presencia del Illimani es el mudo testigo de esta singular caminata caracterizado por nubes que envuelven al caminante y que al instante desaparecen para abrir un paisaje sorprendente de montañas y nubes que se cuelgan en los farellones. Campamento B.L.D

Día 2 .- Yunga Cruz – Solaca
El cruce de la Cordillera del Yunga Cruz, es el fin de los ascensos y comenzamos descender a los “Yunca Marca” o tierras calientes.
La presencia de mosquitos que revoltean sobre las botas húmedas, son la característica de un bosque montano húmedo con gran cantidad de árboles gigantescos. Existen muchas orquídeas en el trayecto, los cóndores revoltean muchas veces más por curiosidad que por alimentarse, allí viven los Jucumaris u osos andinos que huyen de los forasteros.
Los asentamientos humanos en esta zona, fueron escasos lo que permitió conservar la flora primaria. Estos bosques del Yunga Cruz son realmente importantes para los amantes de la naturaleza. Campamento B.L.D

Día 3.- Solaca- Cerro Astillero
Los asentamientos humanos son escasos, por tal motivo los pájaros, mariposas, coleopteros azulados y transparentes, junto a la presencia de orquideas de diferentes variedades evidencia un espacio menos dañado por el hombre. Campamento en la antigua hacienda Sikilini. Campamento B.L.D

Día 4.- Chulumani.
En un último esfuerzo de media jornada llegamos hacia Chulumani a sólo 1700 metros. Chulumani es una pintoresca población de los Yungas de La Paz. Fin de servicios.
Incluye
• Transporte privado La Paz- Chuñavi.
• Guía Ingles/.
• Todas las comidas
• Equipo de campamento ( Carpas Doite Pro Aconcagua grandes), aislantes, carpa comedor, carpa cocina, Cocinero
• Mulas para el equipaje.



Sajama el Volcán, Altiplano Espectacular

Sajama el Volcán, Altiplano Espectacular

EL SAJAMA VOLCÁN DE BOLIVIA

Freddy Céspedes E.

Son Más de trescientos kilómetros desde La Paz hasta las faldas de la montaña más alta de Bolivia, el Sajama

El Parque “ Nacional Sajama”, está lleno de belleza, tiene una superficie estimada de cien mil doscientas hectáreas que van desde los 6600 a 4200 metros sobre el nivel del mar, siendo sus pisos ecológicos los montano andinos y altiplánico.

Desde 1945, año de creación del parque, este rincón patrio, había sido considerado como una de las zonas más remotas y frígidas donde se deportaba a los presos políticos en Curawara de Carangas a pocos kilómetros de la población de Sajama.

A VEINTICINCO GRADOS BAJO CERO

El clima llega en el invierno nocturno a 25 grados bajo cero; sin embargo, durante el día  la vida bulle en los inmensos bofedales (Pantanos) alimentados por los ríos cristalinos que durante la noche están casi estáticos por el hielo que se forma. Pareciera que la naturaleza se diera un descanso en su dialéctica evolutiva y que con los primeros rayos del sol, pajarillos multicolores revolotean alegremente entre los abrigados microclimas que se forman entre las hendiduras de las faldas de los volcanes Sajama, Pomarape, Parinacota, Quisiquisini que forman una preciosa herradura de glaciares y domos volcánicos dormidos.

Sobre la lava volcánica cubierta por arenas finas y cenizas oscuras, se hallan las pajas bravas de un metro de alto, cual pavos reales blandiendo sus plumas por el viento formando un regimiento estático de uniformes amarillos que se mueven sólo al silbido del vendaval.

BOSQUES DE KEÑUA Y SURIS  EN SUS PLANICIES

En las faldas del volcán Sajama está el bosque de Keñuas más alto del mundo. En el suelo descansan las centenarias yaretas, se encuentran también  especies de fauna como las vicuñas que moran en sus alturas y planicies formando grupos de 3 a 10, siempre liderizados por un macho adulto, que las protege de sus enemigos naturales como el puma que cohabita en este  ecosistema.

Con frecuencia se pueden observar los suris, aves corredoras que trotan asustadas con sus polluelos de treinta centímetros.

La variedad es amplia, existen muchas lagartijas, zorros, quirquinchos, vizcachas, llamas y alpacas por miles, el imponente cóndor, centenares de aves acuáticas desde mirlos de agua hasta los gansos andinos que tienen como a vecinos a muchos flamencos que están de paso en sus lagunas.

Nada está quieto en este lugar, existen aguas termales, géisers que lanzan su chorro de agua y vapor, también existen ríos de agua candente que salen del centro de la tierra y al encontrarse con las aguas cordilleranas que bajan de los glaciares forman tibios remansos que crearon  micro algas y pastizales que sirven de alimento en la inmensa cadena biológica del parque y para disfrutar de saludables baños termales.

PROGRAMA

La Paz- Uyuni San Pedro de Atacama; Altiplánico volcánico


La Paz - San Pedro de Atacama 7 días /6 noches
Tour Cultural y Aventura 4x4
Salida: La Paz . Termina: San Pedro de Atacama.

Tipo de transporte: 4wd
Tipo de alojamiento:

6 noches de Hoteles, y 1 noche de camping
Tamaño del grupo Min. 2 personas

El Altiplano región misteriosa, guarda en sus más de 100.000 km2 un mundo silencioso de eras geológicas. En el Pleistoceno un inmenso mar interior cubría más del 60 % de esta historia geológica del planeta, quedando actualmente los lagos Titicaca, Poopó y los salares de Coipasa, Uyuni y otros menores.
Hace millones de años la actividad dinámica del planeta , formó dentro el Altiplano una cadena de volcanes, algunos con su picos de glaciares y otros con sus últimos suspiros de humo o preparándose a echar su lava.
El tiempo moldeó en hermosas esculturas naturales hechas por las ventiscas y las escasas lluvias caídas en el pasado.
Aquí los primeros hombres de la altiplanicie domesticaron la llama, convirtieron los secos parajes en productivas con las papas y la quinua; plasmando su arte rupestre en los abrigos naturales.
Durante la colonia, los bravos misioneros construyeron sus iglesias que hasta hoy desafían el paso de los siglos, convirtiéndose en interesantes muestras arquitectónicas y religiosas; algunas manteniendo sus pinturas barrocas.
El Altiplano es una de las últimas regiones del planeta que guarda el silencio del mundo por descubrir.


Día 1.- La Paz – Sajama
Salida desde La Paz 4X4 hacia el Parque Nacional Sajama. En el camino se visitaránla iglesia de Calamarca con pinturas coloniales que representan a los ángeles arcabuceros de maestro pintor desconocido.Continuamos hacia la iglesia colonial de Curawara de Carangas, famosas por sus pinturas, consideradas por los expertos de arte, como las más antiguas de la Colonia.
El clima frígido del parque, llega en el invierno nocturno a 15 grados centígrados bajo cero; sin embargo, durante el día la vida bulle en los inmensos bofedales alimentados por los ríos cristalinos que durante la noche están casi estáticos por el hielo que se forma. Pareciera que la naturaleza se diera un descanso en su dialéctica evolutiva y que con los primeros rayos del sol, pajarillos multicolores y otros plomizos revolotean alegremente entre los abrigados microclimas que se forman entre las hendiduras de las faldas de los volcanes Sajama, Pomarape, Parinacota, Quisiquisini que junto al Condoriri, forman una preciosa herradura de glaciares y domos volcánicos dormidos que esperan el momento preciso para despertarse nuevamente y echar su lava y cenizas, tal cual sucedió en el lejano pasado geológico donde la lava volcánica incandescente, formó una costra seca de roca al enfriarse en muchas partes de la Cordillera Occidental. Hotel Tomarapi. B.L.D


Día 2.- Sajama – Turco. Hotel en Pumiri.
El parque Nacional Sajama está lleno de belleza por los colores plasmados en las sensuales ondulaciones de los cerros y volcanes, que se proyectan en un infinito prisma, que descompone la luz en tonalidades azulescas, verduscas, amarillentas y rojizas, según la hora que uno las observa.
El Parque Nacional Sajama, cuenta con una superficie estimada de cien mil doscientas hectáreas que van desde los 6600 a 4200 metros sobre el nivel del mar, siendo sus pisos ecológicos los montanos andinos y altiplánico.
Con frecuencia se pueden observar ñandús, aves corredoras asustadas con sus polluelos de treinta centímetros. La variedad es amplia, existen muchas lagartijas, zorros, quirquinchos, vizcachas, el imponente cóndor, centenares de aves acuáticas desde mirlos de agua hasta los gansos andinos que tienen como a vecinos a muchos flamencos que están de paso en sus lagunas.
Desde aquí nos internaremos por caminos secundarios cruzando el territorio de los Carangas, cruzando antiguas poblaciones, iglesias en miniatura y microclimas creados por los ríos que son aprovechadas por centenares de llamas y alpacas que se alimentan de la hierba fresca. Hoy llegaremos hasta Pumiri, lugar de figuras petrificadas de un antiguo volcán que echó su lava y que al enfriarse moldearon figuras zoomorfas y antropomorfas. Hotel en Pumuri. B.L.D

Dia 3Turco – Salar de Coipasa Camping
Hoy ingresaremos al desierto andino con arenales, paja brava y llamas solitarias que recorren la altiplanicie. Los Altos volcanes quedaron en la lejanía y aparecen los primeros espejismos formados por el viento y la temperatura del ambiente que nos muestran lagos azules y salares que se disipan cuando existe cualquier cambio climático.
El Salar de Coipasa, hermano menor del salar de Uyuni tiene vida propia. En sus orillas de sal y arena junto a sus abrigos naturales, permitirán pasar la noche en carpas observando la antigua actividad geológica de la zona. Camping B.L.D


Día 4.- Coipasa Tahua.
Los arenales que se formaron por las fuerzas eólicas vuelan en la infinidad del Altiplano, hace trescientos años que su golpe constante enterró una iglesia colonial , sólo se observa la mitad de la construcción. Cuán fuertes son las fuerzas de la naturaleza
Ya ingresando al Salar de Uyuni, todas las abstracciones quedaron atrás, se abre un inmenso manto blanco de sal y y volcanes chamuscados, con restos de azufre y otros minerales que al enfriarse se convirtieron en cerros multicolores.
Hasta la base de uno de estos volcanes nos acercaremos para descansar en el Hotel Tayka en Tahua. B.L.D


Día 5.- Tahua – San Pedro de Quemes. Hotel Tayka.
El salar con más de 10.000 km2 nos abre sus misterios geológicos, antiguo mal interior y depósito de Litio y otros minerales no metálicos. Cruzar el Salar es toda una aventura de libertad con la infinita mirada hacia los cerros y volcanes en la lejanía. Llegaremos a Aguakisa, lugar donde observaremos una hermosa cueva con fósiles. Posteriormente continuamos hasta San Pedro de Quemes. Hotel Tayka de Piedra. B.L.D


Día 6.- San Pedro de Quemes – Ojito de Perdiz. Tayka
Después de caminatas livianas por la población, nuevamente el viaje por el desierto andino nos lleva a descubrir la inmensa región de volcanes, planicies interminables y hermosas vistas desde la cima de los cerros. Pequeños salares solitarios, vicuñas y zorros pueden ser vistas en el trayecto hasta llegar al hotel del desierto Tayka. B.L.D


Día 7.- Ojito de Perdiz – Laguna Verde – San Pedro de Atacama.
El último día de nuestra aventura visitando las lagunas Colorada, la laguna Verde para finalmente descender hasta San Pedro de Atacama. Este trayecto es interesante por la presencia de Volcanes, geisers, aguas termales y actividad volcánica. Hotels Don Tomas. B.L.
Los Servicios Incluyen.
1 Transporte Privado.
2 Guía Bilingüe.
3 Hoteles y Alimentación.
4 Carpas, Aislantes, Carpa Comedor, Carpa Cocina,
5 Entradas a los atractivos

II Altiplánico volcánico desde San Pedro de Atacama con las mismas características en tiempo y precios.
Día 1.- San Pedro de Atacama – Laguna Colorada – Ojito de Perdiz. Hotel Tayka B.L.D
Día 2.- Ojito de Perdiz – San Pedro Quemes. Hotel tayka B.L.D
Día 3.- San Pedro de Quemes – Tahua. B.L.D
Día 4.- Tahua – Coipasa. Camping. B.L.D
Día 5.- Coipasa - Turco. Hotel en Pumuri. B.L.D
Día 6.- Turco – Curahuara- Sajama. Hotel Tomarapi. B.L.D
Día 7.- Sajama La Paz. Hotel Naira. Hotel
Día 8.- Traslado al aeropuerto

Tupak katari y el Cerco de La Paz

Tupak katari y el Cerco de La Paz

TUPAC KATARI, Y EL LEVANTAMIENTO CONTRA LA CORONA ESPAÑOLA

Freddy Céspedes Espinoza

Desde que se instauró la colonia española en el Nuevo Mundo, las ideas políticas que marcaron su hegemonía hasta la independencia, estuvieron basadas por la doctrina filosófica de la escolástica. Esta doctrina, llamaba a perpetuar el poder absoluto de los reyes católicos y por lo tanto, para los colonizadores, el poder monárquico tenía un “ poder divino” y no se discutía.

Pero, el descontento social entre los indígenas, crecía en forma paralela a los abusos que cometían las  autoridades coloniales y el propio sistema. Estas manifestaciones de descontento se manifestaban generalmente con reclamos a las autoridades coloniales por la vía pacífica, pero no pasaba nada, mas bien se hacía más inhumana.

Desde 1572, año en que produjo el levantamiento de Tupac Amaru I y violentamente sofocada por el Virrey Toledo, marcó el inicio de una serie de movimientos contra el régimen español, algunas veces sólo de denuncia y en otros con cierta violencia momentánea.

Pero entre los años 1780-1781, hubo un levantamiento general indígena que  marcó su punto más crítico con el cerco de la ciudad de La Paz.

En este movimiento general, los alzados  trataron de desestabilizar el régimen imperante que se esforzaba en no perder sus privilegios y por supuesto, respondieron, la violencia con violencia.

El foco mismo de este hecho histórico, se inició en lo que ahora es Perú y que durante la colonia formaron un solo cuerpo geográfico denominado Alto Perú, hoy Bolivia  y Bajo Perú, el actual vecino país.

Esta sublevación, acaudilló a José Gabriel Condorcanqui o Tupac Amaru, Cacique de Tungusaca que se levantó en las provincias de Azángaro, Ayaviri, Carabaya, Tinta, Lampa, Calca y Quispicanchi extendiéndose más tarde con Tupac Katari, en territorio boliviano en los partidos de Omasuyos, Pacajes, Yungas, Mizque, Porco, Chayanta, Potosí y La Paz..

Es preciso poner en claro que tanto José Gabriel Tupac Amaru y Julián Apaza, Tupac Katari, son dos personajes diferentes, uno en el Bajo Perú y el otro en el Alto Perú, pero con las mismas intenciones separatistas del régimen colonial.

Ambos, tenían los mismos postulados de justicia social, de suprimir la Mita y los Repartimientos, la supresión de los corregidores, supresión de los Obrajes, que eran primitivas fábricas textiles de paños y bayetas, célebres por sus trabajos forzados; también la supresión de las aduanas e impuestos, que gravaban a los aborígenes junto a la expulsión o exterminio de los chapetones de su territorio.

MATAR A LOS CHAPETONES Y RESTAURAR EL IMPERIO DE LOS INCAS.

La Sublevación tuvo como efecto la declaración de guerra a muerte contra los corregidores Chapetones, e instaurar nuevamente el imperio de los Incas, que los españoles habían quebrado en todas sus estructuras.

Como primera medida,  se declaró la desobediencia abierta y el alboroto general, para luego pasar a cuchillo a todos los corregidores, sus ministros, caciques, cobradores y demás dependientes.

Tupac Amaru, iba en serio; apresó primero al corregidor de Tinta, Antonio Arriaga, a quien lo hizo ahorcar en el momento y en plena plaza central.

Luego, el gran número de indígenas que seguían a Tupac Amaru, permitió llegar a las cercanías del Cuzco, pero una gran fuerza militar española venida desde Lima, al mando del Mariscal de Campo José del Valle, aplastó la rebelión de Amaru en 1781.

Para controlar este gran movimiento indígena,  los españoles pagaron también con la misma moneda con fuertes represalias físicas y morales, hasta que cayó prisionero Amaru y sus seguidores en Checcacupe el 6 de abril de 1781.

Una vez prisioneros Amaru, su esposa Micaela Bastidas y varios parientes y seguidores, fueron llevados a Tinta, donde 65 cabecillas fueron ahorcados.

La sentencia contra Amaru fue inhumana, porque le hicieron presenciar la ejecución de todos sus seres queridos cortándoles la lengua a sus dos hijos antes de subir al cadalso.

A su esposa le aplicaron la ley del garrote para luego colgarla en la horca; hasta que le llegó el turno a Tupac Amaru.

Su sentencia fue leída lentamente y se le condenó a ser descuartizado, pero previamente se le cortó la lengua, como escarmiento y acto seguido  cuatro caballos  tiraban a los cuatro puntos cardinales para desmembrarlo.

Este espectáculo, nunca antes había sucedido, afirman los testigos: “ las bestias, no pudieron dividirlo y por largo rato estuvo suspendido por cuerdas unidas a las sinchas de los caballos, y no tuvieron más remedio que cortarle la cabeza, los brazos y los pies con un filoso machete, como  habían hecho antes con los otros condenados; para luego colgarlas en los diferentes pueblos, con el fin de dar escarmiento y advertencia contra futuros levantamientos.

AMARU Y KATARI PREPARARON DURANTE AÑOS EL LEVANTAMIENTO.

Según Palabras de María Eugenia del Valle, una de las historiadoras que más investigó sobre este tema: “ Los principales movimientos del Alto Perú con Katari, estaban conectados con el movimiento de Tupac Amaru en un plano vertical, no estaban en cambio, plenamente sincronizados entre ellos, en un plano horizontal “.

Los emisarios de Tupac Amaru, tuvieron conexiones para influenciar el proceso revolucionario en las villas y pueblos con la aparición de pasquines, una especie de comunicados escritos a pulso, contra las aduanas y con noticias que cundían rápidamente  envalentonando a los comerciantes mestizos y los naturales para dar su grito de liberación.

Se encontrarán por supuesto – continúa - contactos, noticias mutuas, copias de proclamas y continuidad en el tiempo más que en la acción, pero en ningún caso se verá a través de ellas la presencia notoria de un jefe único, de un plan general, de una organización total o de una estrategia común”.

TUPAK KATARI ENTRA EN ACCIÓN

Los primeros pasos de Tupak katari, se inician en febrero de 1781, en la región de Sica Sica, provincia intermedia entre Oruro y La Paz. En pocos días fueron levantadas con gran violencia las ciudades y pequeños pueblos vecinos de Ayo Ayo, Calamarca, Caracato, Sapaaqui, Laja, Viacha, Pacajes, Yungas, Omasuyos y Larecaja, hasta terminar a mediados de marzo de 1781, cercando la ciudad de La Paz.

En todo ese periodo, el caudillo atacó y dirigió personalmente la actuación; sin embargo, es tan oscuro su origen y tan misteriosa su aparición que los españoles creían que quien maniobraba era el propio Tupac Amaru, pero no era así.

Tupac Katari, logró mantener autonomía en sus actuaciones, pero hace conocer a José Gabriel Tupac Amaru, lo que está haciendo en este lado de la frontera, por lo menos en lo que respecta al sitio de La Paz y a la sujeción de las provincias cercanas a ella.

Esta es la época en la que Tupac Katari despliega su mayor vigor. Tiene junto a sí a dos mujeres excepcionales, a Bartolina Sisa, su esposa, y a Gregoria Apaza, su hermana.

También tiene capitanes al mando de miles de soldados con estrategias guerreras, cuenta con fusileros, y artilleros criollos, mestizos o negros, todos de gran utilidad. Se ha rodeado asimismo, de familiares y capellanes que contribuyen a darle un aparato administrativo y la aereola de prestigio que necesita, puesto que se ha nominado a sí mismo Virrey.

SU PERSONALIDAD.

Según las descripciones que nos llegaron de los testigos, Tupak Katari era de estatura mediana, su rostro no era atractivo, tenía brazos y piernas robustas; además, tenía ojos pequeños que demostraba viveza y resolución.

Cuando se produjo el levantamiento de La Paz, contaba más o menos con treinta años y se comunicaba en la lengua madre, el Aymara. Tenía un carácter misterioso y cruel al momento de intervenir en los ataques contra los blancos.

UNAS VECES DE INCA, OTRAS DE ESPAÑOL.

Tupac katari, vestía en algunas ocasiones el traje y las insignias de los monarcas incas con mascaroncillos dorados en cada rodilla y en cada hombrera; también un sol al pecho le daba el brillo respetable de soberano.

Otras veces, usaba el pantalón de paño, las medias de seda y la chaquetilla de terciopelo de los españoles para remarcar su singularidad frente a la masa indígena que le seguía.

En el punto más crítico para los españoles, Katari, llegó a levantar hasta cuarenta mil indígenas, a quienes los mantuvo unidos y disciplinados por más de nueve meses.

Como ya dijimos anteriormente, su movimiento era también social y racial como los anteriores, pero con la diferencia que ahora él era el jefe, el cual siendo iletrado, sin prestigio social ni económico; ni mucho menos antecedentes de nobleza indígena, tenía la fuerza necesaria de cohesión grupal y poseía condiciones políticas para aglutinar en su movimiento a un grupo unido formado por indígenas de diferentes provincias.

KATARI Y EL MESIANISMO AYMARA.

Tupak katari en su alzamiento, utilizó elementos religiosos para dar solución a los problemas de orden social, racial, político y económico.

Es un jefe  que organiza y manda a sus seguidores en nombre de Dios de la fe católica y no de los dioses andinos.

En una de las muchas cartas que envió al gobernador de La Paz, le recordaba: “ Que a los españoles les ha de pesar al querer propasarse, porque, en lo tocante a las providencias, las tengo sobresalientes afirmaba; pues soy mandado de Dios, y que ninguno tenía potestad de hacerle nada, porque todas las palabras que él decía, era obra del espíritu santo ”.

EL CERCO DE LA PAZ.

Más o menos en diciembre de 1780, los españoles estaban anoticiados de los movimientos de Katari, de querer acabar la población de la Paz con sus bravos guerreros. Decidieron por tal motivo, construir murallas en los alrededores. También se construyeron trincheras de defensa que son arduamente trabajadas durante tres meses, sin estos recaudos, La Paz hubiera caído fácilmente en la primera incursión del caudillo.

Para marzo de 1781, La Paz, parecía un castillo medieval rodeada de muros con sus respectivos puestos de custodia.

Cuando los ataques comenzaron por el mes de marzo, especialmente por las noches, se oían gritos de hostigamiento contra los que estaban detrás de la infranqueable muralla.

Muchos de los soldados de Katari, trataron de hacer forados con barretas y picotas por donde tenían planeado ingresar a la ciudad, pero el resguardo de los soldados reprimía contra los sitiadores causándoles muchas víctimas.

A las tres semanas del cerco, se iba notando ya el hambre de los sitiados, algunos salían a buscar algo de alimento hacia las afueras del muro, lo cual por supuesto, estaba prohibido, pero el hambre, especialmente de los niños y mujeres, obligaba a salir arriesgando la propia vida.

Muchas de estas personas que se atrevieron, nunca más volverían, pues los sitiadores les daban su escarmiento.

A la falta de alimentos, se cernía otro problema, el agua. Las fuerzas de Katari, habían desviado los canales de suministro de agua hacia otros lados, sólo las vertientes y algunos pozos, podían suministrar este vital elemento, causándoles a los sitiados problemas intestinales.

Para el 31 de marzo de 1781, Tupac Katari, bajó a San Pedro y Santa Bárbara con mucha pompa en medio de clarinetes y haciendo reverencias burlescas, que los indígenas celebraban con cientos de aplausos. Estas apariciones de Katari tenían comitivas de 500 a 600 personas armadas; y que en muchas ocasiones se llevaban los santos de las parroquias, tal el caso de San Pedro, para trasladarlas posteriormente hacia capillas del Alto.

Es que katari mandó a construir en el Alto, una capilla, una especie de toldo del tamaño de una habitación, donde se rodeaba de sus allegados.

Allí estuvieron también colocadas las imágenes, un santísimo sacramento y  un órgano traído desde La Paz para acompañar los oficios religiosos.

Sentado en su interior junto a su esposa y sus seguidores, Katari oía misa celebrada por algunos sacerdotes, que se encontraban por su voluntad u obligados por las circunstancias.

Según testimonios de los religiosos que participaron en estas ceremonias religiosas, Katari tenía una cajoncito de plata que siempre llevaba en sus bolsillos, el cual abierto un tanto, miraba adentro y la cerraba rápidamente, y de cuando en cuando, aproximaba a su oído, dando a entender a todos, que alguien le hablaba u ordenaba en las estrategias que iba a emplear para acabar con los españoles.

SE ACABÓ LA COMIDA.

Ya en la segunda mitad de abril, la situación de hambre se hizo más desesperante pues morían cada día a montones, ya no había qué comer, muchos buscaban sus alimentos entre los pellejos, suelas, petacas y algunos, rebuscando algún grano entre la basura o el estiércol, pues ya se acabaron las mulas, perros, gatos y todo lo que se movía.

Ante tal suplicio, decenas de personas insepultas, se hallaban muertas en las calles, con el estómago hinchado por efecto de la descomposición y la disentería.

En tanto, la única esperanza de los españoles era la ayuda del ejército de Ignacio Flores un quiteño que tuvo que abrirse campo a fuerza de armas de fuego y espadas. Se calcula que unos mil doscientos soldados de Katari, murieron en la refriega, hasta que finalmente llegaron a La Paz donde fueron recibidos con gran algarabía y repiques de campanas por parte de los españoles.

EL CALVARIO DE LA CIUDAD.

Cuando el ejército español llegó a La Paz, encontraron una ciudad destruida, no había mucha gente, muchos desertaron y existía un olor fétido en las calles por la peste desatada.

Muchos, pese al auxilio, todavía morían en el hospital, otros especialmente los esclavos negros, habían sido desamparados por sus amos, porque ya no podían darles nada de comer y estaban tirados en las calles.

Según los informes en esos últimos días se habían enterrado por lo menos seiscientos españoles que murieron de disentería y otras fiebres malignas.

Este ejército, había traído también ayuda alimenticia consistente en ganado en pie, granos y papas, que no abastecía a la población de esqueletos andantes; algunos salieron fuera del muro con la idea de reabastecerse de comida, pero los indígenas no estaban vencidos y seguían con la matanza en Achachicala y  Achocalla.

Después de estar pacificada y los indígenas emprendieron la retirada momentánea, el ejército de Flores también emprendió la retirada hacia Oruro con la promesa de volver  pensando tal vez, que los españoles ya no los necesitaban. Pero en realidad los soldados de Katari, estaban ocupados construyendo una represa en los nacientes del río Choqueyapu, que la lanzaron con un violento turbión de lodo y agua contra la ciudad, destruyendo puentes y casas y matando a varias personas.

La miseria y el hambre nuevamente hizo presa de los españoles, hasta que llegó otro ejército al mando del Teniente Coronel, José de Reseguin para definitivamente pacificar a los aymaras.

Para el dos de Julio de 1781, Bartolina Sisa esposa de Katari cae prisionera y es sentenciada a la horca cuando contaba sólo  con 31 años.

Este ajusticiamiento, produjo el desbande del valeroso ejército de indígenas y el casi enloquecimiento de su esposo, que al no contar con el apoyo de su esposa, fue también hecho prisionero y traicionado por los indígenas de Chinchaya que lo entregaron a los españoles.

Inenarrable y horroroso fue el fin de este prohombre aymara, que al igual que Tupak Amaru, fue descuartizado bárbaramente en el cantón de Peñas.

 Con el apresamiento de Tupak Katari, que fue entregado por los indígenas de Chinchaya y trasladado a Peñas para su ajusticiamiento, se cerró un capítulo de  estos hechos que fueron de tal magnitud que sobrepasaron muchas veces en importancia a los acontecimientos de las otras regiones de ambos virreinatos; sin exagerar, fue uno de los movimientos más originales dentro del conjunto de las sublevaciones populares indígenas en el siglo XVIII y que permitió fortalecer y acelerar el movimiento revolucionario contra la colonia española.

Fuentes:

EL CERCO DE LA PAZ, María Eugenia del Valle.

Apolobamba o morada de los Dioses

Apolobamba o morada de los Dioses

Apolobamba de los Andes al Amazonas

Freddy Céspedes Espinoza

La Cordillera de Apolobamba, sus espejismos visuales con todas las tonalidades del arcoiris son reales.

Ya muchos, se olvidaron de lo grandioso de estos lugares solitarios. Hay mucho tiempo para reflexionar entre las fuerzas telúricas de Apolobamba y su energía que irradia paz, tranquilidad y silencio.

Aquí en Apolobamba viven los Apus o dioses antiquísimos de nuestra cultura, son espíritus que vuelan de un lugar a otro en carambolas energéticas, chocando sus cabezas entre las vibraciones de la cadena montañosa más bella de Bolivia.

Después del Nudo de Vilcanota en Perú, una bifurcación grandiosa entre a suelo boliviano con el nombre de Nudo de Apolobamba, en una interminable cadena de picos montañosos y lagos verduscos que echan sus aguas tanto al Titikaka como al Amazonas.

Sobresalen el Chaupi Orkho, Cololo, el Palomani, el Katantika, el Machu Sunchulli, y la montaña Akhamani, la más sagrada y poderosa para los Kallawayas y místicos de todo el mundo, que vienen aquí en peregrinaciones sagradas por largos días.

Estas caminatas por las altos pasos de hasta 5100 metros, fortalece el equilibrio mental, físico y espiritual, es la simbiosis perfecta entre montaña y hombre para crear fuerza, razonamiento y respeto a las fuerzas ocultas.

Los Kallawayas, aquellos médicos herbolarios viven en sus faldas entre hierbas medicinales y sus conversaciones mentales con el espíritu de las montañas.

Aquí, es tan real el Anchanchu, aquel ser maligno que dispersa granizadas y heladas, hasta el Thullu Peskho, divinidad con el miembro sexual incandescente que anda en las noches frías, buscando doncellas.

Aquí todo es místico. El centelleo de los glaciares, las vibraciones moleculares de minerales y cuarzos, los ecos musicales de la naturaleza, todo en una amalgama entre el esoterismo y la realidad que nos transporta hacia la montaña Akhamani..
Apolobamba, los dioses andan sueltos, sólo hay que esperarlos para que con su hálito energético, nos vuelvan al equilibrio que tanto necesitamos los seres humanos.

APOLOBAMBA CUNA DE DE LOS DIOSES ANDINOS

Freddy Céspedes

La claridad del amanecer en el altiplano. El illimani, el Illampu y el Huayna Potosí, despiertan para echar las aguas de sus glaciares dormidos, el sol les ilumina sus frentes rosadas; allá en el altiplano los apurados aymaras, corren apresurados para bajar hacia la ciudad de la Paz, mientras otros como yo, se alejan en esa infinita planicie ocre salpicada de papas, habas y cebadas.

El ronquido del viejo Mercedes Benz, y una música estridente de música Chicha, rompe la pasividad matutina, el fuerte olor dulzón de las ropas de los campesinos que excitan el alma, se siente una belleza indescriptible cuando el lago Titicaca asoma tímidamente, para luego mostrar su manto azul de 8300 km2 en la lejanía.

Los ríos que bajan desde el Altiplano alto, alimentan sus aguas a través del río Suches. Todavía se observa los despojos de su fiesta del turbión de los meses de lluvia, ahora está tranquilo, lúcido y bello, más tarde reposará sus aguas en el lago que lo espera ansioso.

El ascenso lento por un camino de tierra, nos muestra los diferentes periodos geológicos en los colores de sus rocas, las pajas bravas de la planicie de Ulla Ulla que marca el único movimiento uniforme del soplido del viento, las llamas, alpacas y vicuñas, ya no se molestan al cruce raudo del bólido de Trans Altiplano, que ya tiene las manchas de tierra en toda la carrocería.

En la lejanía, asoman curiosos los picos altos de la Cordillera de Apolobamba ( Planicie de los dioses o Apus)  que aparecen y desaparecen en el zigzag de descenso hacia Charazani.

Los valles nos abren sus brazos atrás quedó el yermo, los caballitos nativos aceleran la marcha con un certero golpe de una Chirca en sus lomos, los campesinos del valle saludan con una sonrisa amigable, el paisaje adquiere un tono más alegre; estamos en Charazani.

Los caminos pre colombinos

Charazani, histórico pueblo, donde los intrépidos españoles y curas franciscanos fundaron un curato para catequizar a los infieles de Apolobamba, sus casas  coloniales hacen  mucho que las abandonaron, sólo quedan algunas antiguas en pie con sus gruesas paredes, balcones de hierro forjado y techos de paja brava que se caen en pedazos; más allá el progreso, arruinó por completo su bello aspecto del siglo XIX.

Pero los caminos precolombinos están intactos. Desde Charazani, corren hileras de caminos empedrados hacia las diferentes comunidades atravesando ríos, preciosos farellones verdes y sólidos andenes precolombinos que dejan muy atrás a los del Cuzco.

Los cerros, no hay nada más sublime que observarlos calladamente, tienen una historia de siglos, por allá caminaron los trashumantes Kallawayas, los incas, y los aymaras para su sustento; también los españoles incaron sus espuelas para no caer en las oquedades.

Tibieza de valle, el ascenso por el camino pre colombino hacia el poblado de Curva es un trinar constante de mirlos, patos zambullidores en las corrientes de los ríos, los infaltables chihuancos, chaiñas, pichitancas y colibries desde el pequeño y gracioso verde, hasta el fuerte y pesado colibrí gigante, que no puede permanecer mucho tiempo en el aire.

Pueblos perdidos como Niño Korín o Cañizaya, callejuelas estrechas en medio de los andenes, piedras de siglos, graneros que a pesar del tiempo, son todavía las colcas pre colombinas,  esperando que se llenen de maíz, tal como hace quinientos años o más.

La tibia caminata llena los pulmones de una brisa fresca, el ascenso se hace pesado pero bello, 18 km de un serpenteante ascenso estamos muy cerca del místico poblado de Curva, famosa por sus curanderos kallawayas.

Como hace cien años

Curva, población en la cima del cerro, su plaza principal, su iglesia, más allá las construciones del siglo XIX, con sus borricos, mulas y cerdos que caminan en la plaza, nada cambió mantiene su toque rural, los escasos pobladores miran desde sus ventanas y puertas temerosos a los forasteros.

Su posición estratégica la hacen invulnerable, desde curva se tiene una vista formidable del valle. La bruma del trópico de Apolo, no se atreve a subir hasta la cima, más bien permanece descansando en lo profundo de sus cañadones, a la espera de una corriente de aire más caliente lo suficientemente fuerte para abrazar al pueblo cuando llegue la noche.

La montaña sagrada de los kallawayas

Bello amanecer en las carpas, el nevado Akhamani se sorprende al vernos, nos sobrecoge nuestra pequeñez humana ante la majestuosidad de este gigante..

Montaña de casi seis mil metros con su largo cuerpo de glaciares que brillan con el sol. El misticismo que encierra esta montaña va acompañada por la infinidad de ofrendas que recibe frecuentemente, pues para el mundo kallawaya, es la montaña más poderosa, sagrada y altiva que obliga a los más incrédulos a rendirle pleitesía a esta mole que vio pasar muchas generaciones.

 

Machu Sunchulli

Ya van tres días de caminata por la frígida Cordillera de Apolobamba, asciendo lentamente por un camino pre colombino hasta los 5100 metros y ante mi vista está el Machu Sunchúlli, montaña rica en filones de oro que se tragó en tres siglos cientos de almas.

Esta cordillera hace límite con el Perú y es la reserva más grande de cóndores y vicuñas en el Parque Nacional Ulla Ulla donde los altos glaciares forman lagos de diferente color que alimentan al Titikaka.

Todo sea por el oro

El pensamiento europeo, durante el  descubrimiento y conquista de América estuvo fuertemente dominada por las ideas mercantilistas en lo económico. De ahí que la obsesión por los metales, las esmeraldas y otras piedras preciosas haya sido el estímulo de la mayoría de las aventuras de la conquista.

Las leyendas de " El Dorado" y " El Gran paititi", son las expresiones de esa codicia europea por las riquezas abundantes y fáciles.

Las personas o las naciones eran más poderosas cuanto más oro o plata tuviesen.

Para este fin,  se adoptó el trabajo en las minas del Alto Perú  una institución incaica que tenía características diferentes a la concepción de  los españoles, que fueron impuestas en forma inhumana a diferencia donde las minas del inca eran trabajadas por turnos obligatorios por los habitantes de la región.

Consolidada la conquista, la búsqueda de metales preciosos impulsó a centenares de españoles a emprender inverosímeles viajes en busca del preciado metal, llegando hasta lugares inimaginables  en busca del gran Dorado, que según informaciones de ese tiempo se hallaba detrás de Los Andes.

Las misiones de Apolobamba

Los misioneros franciscanos fueron los primeros que se dedicaron a la conversión de las tribus de infieles (Chunchos, Lecos) existentes hacia el oriente de la cordillera de los Andes y con tal motivo efectuaron varias expediciones, unas tomando la vía de Zongo, otras la de Carabaya, y, finalmenente la vía de Camata; detrás de ellos, los capitanes y soldados españoles.

“........En Charazani la orden de los franciscanos establecieron una base de aprovicionamiento y fomento de las misiones de Apolobamba, con cuyo motivo se fundó el convento de Charazani en el año 1686.

Los padres franciscanos también servían los curatos de Charazani, Pelechuco y sus anexos Sunchullí y Suches.

Es así que Sunchullí, mina incaica, pasó a a ser considerada como uno de los centros más preciados por los españoles por tener minas famosas para la explotación de oro.

El nombre completo de la montaña es  Machu-Sunchulli y en quechua significa, “lugar donde cae la lluvia y frío”.

El campamento se encuentra a 4600 metros sobre el nivel del mar.

El lugar es verdaderamente sorprendente debido a que existe gente trabajando en viejas minas incaicas y coloniales.

Cuando se logra entablar conversación con algún minero; lo primero que hacen referencia, es el pueblo enterrado por el “Supay” lo que destruyó por completo la población y todas las construcciones; quedando solamente a la vista, centenares de huesos humanos, quimbaletes y morteros gigantescos diseminados en un amplio perímetro.

Ubicada en la Cordillera de Apolobamba esta mina tuvo en su apogeo un movimiento inusual de foragidos y aventureros  al igual que en Potosí.

Comenzaron a construir habitaciones para uso de los conquistadores, una iglesia y algunas dependencias donde se trataba el metal extraído de las profundidades del cerro.

Su apogeo fue tal que en poco tiempo la concentración de gente se incrementaba por la alta ley del oro que se extraía de sus vetas; el preciado metal tenía 24 quilates.

La Mita como Sistema.

Para este auge del oro, la mita como sistema de trabajo, era la base para sostener la producción junto al uso intensivo de mano de obra gratuita; ya que la mita era un " servicio que debían prestar los indios de todo el Perú, desde los 18 hasta los 50, así se arrancaba al indio del seno de la familia, del terruño regado con el sudor de sus padres, transportándolo a inmensas distancias, se le aplicaba a trabajos penosos para los que no tenía inclinación, se le tazaba el estipendio, y no se le eximía del tributo. Los indios sabían que de las minas no debían volver más, pues consideraban este trabajo como mortal; y para encaminarse a él arreglaban sus cosas y se despedían de sus familiares para siempre."

Existen referencias de que al trabajo de las minas concurrían, por término medio, cuarenta mil indios por año. De estos no volvían a sus casas sino la quinta parte. Así que la mita en 250 años causó la pérdida de casi 8.000.000 de indios que perecieron víctimas del trabajo y de la intemperie.

Nuevamente aparece el oro

Pero el oro desapareció sólo por algunos siglos, los cateadores de minas se introdujeron  a estos socavones abandonados buscando nuevamente el preciado metal. Para sorpresa de ellos, se encontraron con mitayos de la colonia, que al estar engrillados unos a otros perecieron por falta de auxilio ya que en el exterior ya nadie sobrevivía por el derrumbe; murieron de hambre y frío.

El clima frígido se encargó del resto, eran momias  cual sacadas de un refrigerador con sus sombreros de cuero de llama, ojotas del mismo material, piel pegada al cuerpo y un pfhullo ( Frazada tejida con lana de llama)  húmedo y vetusto que les servía de cobija.

Hoy estos mitayos son deidades de la montaña  que protegen la mina.

Hace unos doce años tuve la oportunidad de visitar la mina y estaban allá, están presentes sus espíritus, parece que el sonido de sus golpes contra la roca persistiera.

Desde ese momento me di cuenta que la mita no era lo que aprendí en un libro de escuela, aprendí que la mita era una de de las instituciones más abominables que los naturales  tuvieron  que soportar.

FUENTES: GIRAULT, Louis. Kallawa Curanderos Itinerantes de los Andes.

OBLITAS, Enrique.  Cultura Callawaya.

ARELLANO, Jorge. La Cultura Mollo en  Revista Pumapunku # 12.1978.

Revista Khana. Julio 1959. La Encomienda y la Mita a través de la historiografía moderna por Hilarión Acosta R.

La Monja Alférez y Espadachín

La Monja Alférez y Espadachín

LA MONJA ESPADACHÍN

Freddy Céspedes Espinoza

España, 1595, nace Catalina de Erausso, la más famosa monja Alferez que vino a la América a mostrar su valentía en la guerra de la conquista; su espada fulgió en muchas peleas de tabernas y callejones para ajusticiar a los ladrones, bellacos y todo lo que ella consideraba peligroso.

DEL CONVENTO AL GALEÓN

A los cinco años de edad, ya estaba interna en un convento, pero cuando ya iba a recibirse de monja a los quince, decide escapar del claustro vestida de hombre, refugiándose en Valladolid, para luego partir en un galeón con uniforme de soldado hacia América.

Ya en Trujillo, Perú, con el nombre de Alonso Diaz Ramirez de Guzmán, se alistó como soldado en una expedición militar a Chile, donde demostró su fiereza y habilidad para empuñar la espada.

Ya ascendida al grado de Alferez por su temerario valor, intrepidez y fortaleza, la ex monja, tuvo que lidiar con un oficial a quién lo mandó al otro mundo con un certero cuchillazo.

En otra ocasión, un sujeto la molestó amenazándola de muerte, no se inmutó y acto seguido, se avalanzó contra su rival y de un golpe certero, le cortó la cara.

CON DESTINO A POTOSÏ

Ya fugitiva y en compañía de otro soldado, cruzó la Cordillera de Los Andes a caballo dirigiéndose a Potosí, y en el camino mataron a dos individuos que intentaron asaltarles.

En Potosí, volvió a cortar la cara a otra persona, esta vez a una mujer, quién había ofendido a una amiga suya, y por dicha razón fue condenada a servir por diez años en chile sin gozar ningún sueldo para su escarmiento, pero la Audiencia de Charcas, mandó a ponerla en libertad.

COCHABAMBA NO SE SALVÓ

Ya en Cochabamba, mató de una estocada a Pedro Chavarría en el templo. Unos frailes la condujeron al convento y allá permaneció oculta cinco meses.

Siempre con la aventura sobre las espaldas y escapando de sus fieros enemigos, desmonta en La Paz y el primer encuentro agrio la esperaba. El criado del corregidor le arrojó el sombrero sobre la cara, y sin pensarlo dos veces, Catalina le clavó una daga en el pecho despachándolo al cementerio.

El corregidor, la envió a la cárcel, y la puso en capilla, acto seguido se confesó por dos días, el sacerdote que escuchó su confesión quedó espantado, al saber que el intrépido soldado, era nada menos que una mujer de armas tomar.

Tal fue el alboroto por este descubrimiento que la sacaron en procesión. Un clérigo le lavó las manos dejándola en el templo para que se arrepintiera, pero nuevamente se escapó y apareció en el Cuzco donde la hirieron de gravedad, confesando nuevamente a los incrédulos clérigos su verdadero sexo.

Una vez repuesta de sus heridas, volvió a España y el rey, la premió con una pensión vitalicia por los servicios prestados a la corona; también el Pontífice Urbano VIII, le dio licencia para seguir vistiendo el traje de hombre y le recomendó sólo “En conservar su virginidad”. La monja Alferez Catalina de Erausso murió en Nápoles en 1626.

FUENTES

LLANOS APARICIO, Luis.

ESTAMPAS ANTIGUAS DE LA PAZ

El Estaño y su historia, historia de las minas en Bolivia

El Estaño y su historia, historia de las minas en Bolivia

Cuando el Estaño era oro de Bolivia

Freddy Céspedes E.

Cuando Pizarro y Almagro llegaron a América, quedaron sorprendidos por las puntas de lanzas y otras armas de los Incas hechas de resistente bronce que les causaron muchas bajas en la guerra de la conquista.

Lo cierto es que el cobre aleado con el estaño daba a los incas, armas más resistentes y duras capaces de abrirle la cabeza de un golpe a cualquiera que se atrevía a dasafiarlas.

En 1640 decía el padre Alvaro Alonso Barba “Los indígenas llaman plomo blanco” a lo que conocemos nosotros como estaño; éste es el veneno de los metales - sostenía- porque mezclándose con otro metal, perdían su maleabilidad”, es decir, se volvían más duros.

En 1624, las minas de Potosí estaban en su auge, los españoles despreciaron al estaño, para ellos era sinónimo de riqueza sólo la plata; así que el cerro rico de Potosí fue horadado con cinco mil minas que afianzaron las monarquías de Europa.

Llegada la independencia, desfalleció la minería de la plata, no había más remedio que ingresar a las infestadas selvas en busca de la goma elástica para sobrevivir; algunos, perseveraron en el fondo de las viejas minas y ¡zas, sorpresa !, descubrieron ricas y cuantiosas vetas de estaño que el desarrollo de la industria pesada y bélica en Europa y Norteamérica,  exigían por toneladas. Fue la salvación de Bolivia.

Las viejas minas de plata, habían sido rehabilitadas para dar estaño, primero los desmontes de varios siglos fueron aprovechados, luego aparecían más y más en la cordillera de los Andes, formando una gran cadena estañífera como Carhuay-kollo, challapata, Antequera, Poopó Quimsa Cruz, Illimani, Huayna Potosí y otros donde se encontraban pedrones de estaño hasta de una tonelada.

Este mineral era trasladado a los ingenios hasta convertirse en “ barrilla” que era una especie de arena de estaño y que variaba  entre un 65 a 90% de pureza para luego fundirlas y convertirla en barras de metal.

En pocos años, los campamentos de mineros se habían convertido en ciudades, por ejemplo la mina más rica del mundo “ La Salvadora” de Simón Patiño, en Uncía Potosí, contaba en 1907 con cuatro periódicos semanales, diez lujosos hoteles, escuelas particulares y fiscales, una plaza de toros, un biófrafo o cine “París”, clubes de tiro al blanco y tenis, sus tiendas comerciales de extranjeros asociados en clubes Arabe, español, turco, alemán, escocés, austriaco, eslavo, francés y otros.

También contaban con centros de placer para gringos y cholos con pianos, bandurrias y los gramófonos alegrando las frígidas noches de las minas, pero todos ellos con los bolsillos llenos de Libras Esterlinas, es decir se compraba desde amores hasta acciones en las gélidas minas.

En las ciudades como La Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí, el comercio y el boom de las construcciones no se detenía, se iluminaron las calles, el servicio de alcantarillado recién era conocido, se inauguraron tranvías en La Paz.

Cochabamba, producía una intensiva agricultura, Los Yungas de la Paz, abastecían de coca a miles de mineros; es decir el estaño benefició a la economía de principios de siglo XX, porque las minas así lo exigían; lastimosamente el grueso de los capitales salidos de las minas se fue a ultramar y hoy sólo quedan pueblos fantasmas donde ayer había opulencia y desarrollo. Ya las minas de estaño de Patiño pasaron a la historia.

FUENTES

UNCIA Y LLALLAGUA 1882-1924. ARANCIBIA ANDRADE, Freddy

EL MACIZO BOLIVIANO. Mendoza, Jaime.

DE MI TIERRA. RODRIGO, Saturnino

Guías de turismo Historia Bolivia

Guías de turismo Historia Bolivia

 

 

El Guía de turismo y su historia

Freddy Céspedes Espinoza

El historiador, biógrafo y ensayista griego Plutarco se quejaba de que los Guías daban sus discursos habituales sin prestar atención a cualquier súplica, para poder abreviar su charla.    

Desde la prehistórica caverna paleolítica, el hombre buscó por instinto primero y por la necesidad después,        la experiencia del viaje. El recuerdo más antiguo de viajes lo constituyen en la Edad Antigua según Herodoto, Platón y Solón.

Los turistas romanos estaban interesados por la historia y por la religión,          recorrieron los templos griegos, hacían excursiones hasta el lugar donde    durmió Alejandro Magno, donde vivió Sócrates, donde Ajax se suicidó y donde fue incinerado Aquiles.

Visitaron Egipto para ver las    pirámides, la Esfinge y el Valle de          los Reyes, tal como lo hacen los turistas de hoy. En aquellas épocas los turistas se agrupaban alrededor de los guías y también marcaban sus nombres en las estatuas. Los guias no eran muy  diferentes de sus equivalentes actuales.

Uno de los primeros libros guías escritos en nuestro país fue realizado por  Nicolás Acosta en 1895  “ Guía del Viajero”  recomendando alojamientos con aguas termales en la zona de Obrajes.

Durante el siglo XX y las transformaciones socio económicas en largos procesos de revoluciones y cuartelazos, nos sitúan a finales del los años cincuenta cuando se fundan las primeras empresas de turismo.

Producto de este desarrollo en 1963, se titula la primera promoción de guías de turismo con nueve guías profesionales diplomados.

El Sr. Decker Nishino, Carlos Urquizo S. Alejandro Bocangel, Teresa Loayza, Teresa V. de Aneiva, Srita. Rosario Loayza, Buddy lazo de la vega, Juan Maldonado y Jorge Chavez.

En 1964 otro grupo de guías se titulan: Gladis G. de Seda, Norha de los Santos de La Mar, Florencia Durán, Pilar Tellez, Beatriz Guzmán, Consuelo Lazo, Luisa Skudin, Angel Olmos, Fermando Pinaya, Luis Ariel Rodriguez y Nilo Robles.

Con estos guías profesionales se creó la Asociación Boliviana de Guías de Turismo y a partir de 1965 se consolida esta institución que fue dirigida por su primer presidente  Dn. Carlos Urquizo Sossa, quién fue docente de la Universidad Católica por muchos años hasta su muerte.

A partir de 1971, la La Asociación de Guías de Turismo, se refunda dando nacimiento a la “ Sociedad de Guías de Turismo” y finalmente derivar en la Asociación de de guías de turismo Asoguiatur.

Con casi cincuenta años de vida, con grandes personajes de la cultura y el arte que pasaron por sus filas es que recordamos un año más de vida de esta noble institución que se convirtió en el pilar  irremplazable del desarrollo del turismo.

Historia de las mulas en Bolivia

Historia de las mulas en Bolivia

Los Andes y las Mulas

Freddy Céspedes

Hace más de 500 años, desembarcó junto con los españoles un animal, que pasaría a ser más tarde, la sustituta de la llama en los trabajos más pesados en la historia socio económica del Alto Perú, hoy Bolivia.

A más de cuatro mil metros, encontramos a la mula, de mirada triste, de ojos oscuros y largas pestañas  que dejan caer lágrimas que  mojan su entorno ocular.

Llora porque el viento frígido de la montaña no tiene compasión,  su suerte está echada al azar, pues puede caer y matarse en las oquedades de las montañas de la cordillera.

Como hace siglos aun debe caminar con sus dueños indígenas Quechuas, junto a turistas que requerimos sus servicios para que nos lleven las coloridas mochilas y todo el equipo en expediciones por la Cordillera de los Andes.

Me detengo a observarlas a la mezcla de  burro y yegua, no pueden reproducirse, aunque hubo casos excepcionales, generalmente son híbridas; sin embargo son más fuertes que sus padres y tan vivaces,  que sus amos les ponen nombres.

Tienen la fama de ser inteligentes y testarudas. En las largas caminatas, sus dueños las cuidan más que a su mujer.

Son las famosas “Baqueanas” que conocen los desfiladeros más horrorosos y son tan fuertes que inclusive, cargaban en sus lomos, pesados pianos que los terratenientes de antaño mandaban a traer de los puertos del Pacífico. Se utilizó el nombre de Baqueana desde hace siglos,  para describir a las mulas fuertes, inteligentes y con capacidad para adaptarse a las condiciones de trabajo más duras.

Los primeros vapores que surcaron el Titicaca, llegaron por partes sobre los lomos de estas doncellas eternas.

Ahí está la mula enhiesta, lista para la larga caminata. Su vestimenta que llevará en los próximos días la hacen más apuesta, pues necesita para esta travesía algunos elementos complementarios.

¡Chu!, ¡chu!, ¡chu!, ¡chu!.  Mula gran puta, le grita a todo pulmón su dueño. Entiende la última palabra, y  al instante, la princesa está quieta.

Una delgada cuerda o “carbisto”  sujeta el cuello  para que no se espante. Ya los ayudantes se aprestan para cargar la mula.

Luego un colchón de paja o “ Parejo” cubre el pelaje del animal. También va la “ Pajira” hecha de hoja de plátano y lazo de cuero.

Posteriormente viene el “Atawar” o tejido de lana que se pone debajo de la cola y hace que el peso de la carga no se vaya adelante. Es como el freno del animal.

Seguidamente se pone la Sincha para ajustar todo el cuerpo, con sus correas respectivas. A estas alturas la mula, ya está preparada anímicamente. Ya sabe que luego vendrá la carga de hasta 90 kilos, que es el peso promedio para no fatigar al animal. Existen  ejemplares que llevaban hasta 200 kg.

Ya soporta la pesada carga, su dueño le cubre los ojos con su bufanda, pues algunas,  se espantan ante cualquier movimiento brusco.

La “ Ch´ipa”, es otro elemento importante, porque les sirve para sujetar la carga. Es una malla de cuero trenzado. Luego se debe pasar el “Machio” o cuerda de cuero para sujetar el bulto. Una otra cuerda de cuero o “ Reata” asegura la firmeza.

Ya firme el equipaje, una ancha “ Huasca” o cinturón de 20 centímetros de ancho y hecho de cola de caballo, sella la inmovilidad del pesado cargamento.

Nuestra mulita está impaciente por partir, hasta que por último, viene el “ Manteo” que le cubre el lomo,  cual un velo de novia.

Ya está lista para la boda del peregrinar entre montañas y glaciares sobre desfiladeros y paisajes rudos. No es tan fácil vestir una mula;  mucho menos desvestirla.

Sólo para clérigos y mujeres

 “Las primeras referencias que se tiene de su presencia en América, fue cuando Cristobal Colón tuvo que solicitar permiso a la autoridad del rey para  montar una mula, porque su salud estaba deteriorada; ya que desde 1494, estaba prohibido que los hombres vayan en mula; decían, “pierden la hombría y la habilidad de montar y controlar los caballos; sólo estaba permitidos para montar en mula los clérigos y las mujeres”.

Según las crónicas de la conquista, “Diego de Almagro y su ejército, antes de posar en mina alguna al cruzar las montañas y la meseta andina, vieron sorprendidos que los nativos poseían objetos de oro y plata y luego de algún tiempo,  empezaron la propagación de la fe católica y la búsqueda de metales preciosos como objetivos principales para la conquista”. Ahí estaba la mula para ese fin.

Sin embargo, La mula, ya estaba  familiarizada con el continente, pasó a formar parte del eslabón más importante de la economía mercantil de la plata de Potosí, porque podía soportar mayor capacidad de carga que la llama,  que comenzó a escasear por la demanda de carne en los centros mineros, ya que para 1625, Potosí contaba con más de 160.000 habitantes. Para esa época era una de las ciudades más pobladas del mundo.

En el siglo XVII  anualmente miles de mulas, descendían desde las minas de plata del cerro Rico hasta el Puerto Potosí, hoy Arica y  retornaban cargadas de sedas, vinos, encajes y otros productos de ultramar,  en un lento ascenso hacia la mina de plata más rica del mundo, descubierta por el indígena Diego Huallpa en 1545.

“Se estima que entre 1762 y 1772 se habían vendido en el Virreinato del Perú medio millón de acémilas”.

Este auge dio inmensas fortunas  a estancieros y criadores especialistas en mulas para llevarlos al Alto Perú. Uno de ellos fue Francisco Candioti que fue considerado como el proveedor más grande de mulas, por lo tanto, un hombre rico; a quien se le conocía como el rey de las mulas en todo el norte del Río de la Plata (Argentina).

Los mejores pastos y ferias en el Altiplano

En los siglos XVII-XVIII-XIX y muy entrados el siglo XX, la mula fue el eje que movió el engranaje económico de una extensa región del continente, su centro estaba localizado en las verdes praderas  de Córdova, Argentina,  y de aquí los gauchos distribuían en inmensas ferias en Salta, y Jujuy, incrementando el precio a medida que subían hacia el Altiplano boliviano. Fue famosa la feria de venta de Mulas en los campos de Wari donde descansaban hasta 6000 de ellas en los inmensos pastizales de esa región y muy  cercana a las minas.

En ese paisaje duro las mulas se adaptaron y observaron esa planicie de más de 100.000 km2 de extensión.

 “¡Cuántos matices!, los pastizales resecos en invierno son de un amarillo intenso, en la lejanía del cielo azul se asoma tímidamente un anaranjado tirando a rojizo, todo es policromía el suelo está salpicado por pajonales, existen afloramientos de piedra calcárea de un blanco de nieve.

Según la hora del día, se pinta el cielo desde el celeste claro, casi blanco, hasta cerca al zenit, cuando metamorfosea al azul oscuro.

Pero el altiplano no es triste, sonríe cuando caen las primeras gotas  en los meses de Diciembre a Marzo, es ahí donde adquieren tintes verdes sus praderas y terrazas de agricultura, las habas se mesen altivas con sus penachos blanquiazules, las ocas y las lisas adquieren manchas de sangre, las quinuas y sus tallos de suave rosado; sus granos rojos y amarillos”.

Los cerros, ocres, las montañas azuladas, las tormentas siniestras;  los perros que ladran en la lejanía. El altiplano está lleno de colores y las mulas se quedaron, no así el caballo que nunca pudo adaptarse a grandes altitudes.

El estaño oro de Bolivia

Cuando se pensó que la caída de los precios de la plata  hacia 1880, iba a ser el fin de la mula como animal de transporte,  la economía de Bolivia tomó un nuevo giro, cuando Simón Patiño a fines del siglo XIX, descubrió la mina más rica de estaño del mundo. Ya Pedro Vicente cañete y Domínguez, en su guía histórica del Gobierno e Intendencias de la provincia de Potosí 1791, decía: “ El cerro de Huanuni, en el distrito de Oruro, produce el estaño más rico y el más estimable, no solamente en estos reinos, sino también por las naciones extranjeras; de suerte que entre ellas es tan conocida Huanuni por su estaño finísimo, como Potosí por su plata”.

La Salvadora, la mina de Patiño,  ubicada a casi cinco mil metros sobre el nivel del mar, cerca a Huanuni, sin acceso, sin comunicación y con escasas sendas para mulas; con fuertes vientos y barrancos profundos.  Aquí se  forjó una de las más  importantes fortunas del mundo.

Patiño el rey del estaño,  emprendió  la construcción de su imperio transportando el mineral a lomo de mula por más de 65 km. hasta la estación de Machacamarca para enviarla por ferrocarril hacia el puerto de Antofagasta.

En esa época uno de los principales problemas era el transporte; la lentitud y las demoras en el envío de sus concentrados por las tormentas de granizo,  vientos helados y nevadas invernales que frenaban su distribución,  también creaban retrasos al retorno con los abastecimientos destinados a la mina”.

“Patiño, había proyectado  sus soluciones  en construir un camino lo suficientemente ancho  pero no muy empinado, que permitiera a las mulas tirar las largas y angostas carretas.

Así llevó maquinaria y andariveles en mulas argentinas para la construcción del ingenio Miraflores.

También existen relatos espantosos de  mulas,   que fueron introducidas dentro las largas galerías, para el transporte de  minerales por varios kilómetros en el interior de la montaña y que por el tiempo transcurrido en la oscuridad, quedaron ciegas.

Gauchos en las selvas de Bolivia

Pero la mula argentina, no sólo fue utilizada en la minería, una gran cantidad de ellas pasaban de largo el Altiplano, cruzando cordilleras, duras nevadas, ríos caudalosos y pantanos infestados de malaria,  para descender finalmente a las zonas de producción de oro, goma y corteza de quina, materia prima de la quinina, único remedio por ese entonces para combatir la malaria.

 El norte de Bolivia, conocida en esa época como el Territorio de Colonias. En uno de los primeros mapas de Bolivia de 1859 reza: como “ Regiones no exploradas y pobladas por salvajes”.

Actualmente existen en Apolo población intermedia entre los Andes y las selvas del Madidi a más de 2000km del norte argentino,  una danza que rememora el ingreso de gauchos argentinos arriando mulas para su venta a las diferentes empresas gomeras asentadas en la región.

“ Se atribuye el origen de esta danza a una pareja de argentinos Santiago y Felipa Guerrero que se avecindaron en el Cantón Atén, quienes presumiblemente nostálgicos de su tierra interpretaban su folklore con instrumentos típicos bolivianos, como el charango”.

Con referencia a los pasos Edgar Céspedes señala: “ muy posible que estos bailaban el malambo, porque el paso es muy parecido….Don Santiago posiblemente agarraba su charango y bailaba el malambo con su china, tal vez la chacarera más, en el paso de la gauchada hay la cepillada y allá en el malambo hay la escobillada”..

La vestimenta de esta danza reproduce la vestimenta del gaucho argentino, calzones anchos, faja, botas altas, camisa y sombrero alón.

Las mulas seres con alma pasiva, de orejas puntiagudas, de frente ancha y ojos tristones, de paso firme y de inteligencia comprobada.

Forman parte de la historia de los Andes, de sus alegrías y tristezas, llevaron en sus lomos: minerales, hermosas mujeres de alcurnia, y pesados cañones en las guerras que se dieron en Sud América; cruzaron la cordillera con San Martín y Bolivar, llevaron el progreso a los últimos confines sacrificando su vida al caer en las oquedades de la montaña.

Nadie se acordó de tu importancia en la economía Boliviana, fuiste valiente, terca y calculadora, mereces ser respetada por tu fortaleza, lentitud, paciencia y coraje.

Entrando a la selva

En la Cordillera de Apolobamba en Bolivia, la mula sigue siendo el principal sistema de transporte entre los pueblos suspendidos en las montañas.

Hoy gracias al turismo, estas viejas baqueanas vuelven a recorrer estas sendas centenarias. Son tan inteligentes que conocen cada peldaño peligroso del camino, toman aire y de un brinco sortean el peligro, llevando su carga a buen destino

Una de las características es que reconocen la voz de mando en idioma Quechua de su dueño; si quieres moverlas en castellano, te miran incrédulas.

 Las malas palabras que utilizan sus amos y hasta la forma  dulce de hablarle como :  “ Pasa, pasa, pasa  mulita” cuando hay peligro que se caiga al vacío son, simplemente testimonio de ser muy comprensivas.

Es vivaz cuando se cruza una lagartija o una serpiente en las zonas tropicales, se detiene, para las orejas, se pone altiva y cruza corriendo por instinto.

Cuando está mal cargada, se pone inquieta, se para y el dueño debe darse cuenta de su pedido para que le arreglen la carga. Tienen buena memoria para recordar los caminos y toman las rutas menos peligrosas.

En Bolivia la mula es todavía parte del léxico popular. Se dice que cuando los gauchos venían arriando las mulas, el dueño les mandaba con extras para que se repongan en caso de pérdida o muerte en su largo caminar.

Cuando se hacía el recuento a la llegada a la estancia, siempre había una  cantidad enorme de perdidas o muertas. El patrón o dueño sorprendido decía “ No me metas mulas hombre”, que se entiende como: No me mientas hombre. Muchas veces, si alguien va mintiendo, inmediatamente sale de los labios del incrédulo, no más mulas, no más mulas, no más mulas…….

 

Fuentes:

Revista:

Todo es Historia: José Andrés Carrazzoni ·332 Marzo 1995. Historia de las Maravillosas mulas.

Prefectura del Departamento de La Paz: Apolobamba, Caupolican- Historia de una región Paceña ·  

CharlesF. Geddes Patiño Rey del Estaño

Jaime Mendoza: El Macizo Boliviano

Adolfo Costa Du Rels: El Embrujo del oro